sábado, 23 de julio de 2016

Bariloche - Día 7

Nieve!

El pronóstico no falló y poco después del desayuno comenzó una garúa finita que de a poco se convirtió en aguanieve y luego en una nevada hecha y derecha. El jardincito del bungalow fue la primera parada para ver nevar y de paso robarle a Vane un beso bajo el muérdago.

A eso siguió una bajada a la playa acompañados por Negro, el perro de los bungalows, el cual se mostró muy interesado en jugar con los peques, trayendoles un palo para que se lo tiren. Por supuesto, dada la puntería de Tomi el palo no tardó en caer al agua. ¿Creen que el perro se amilanó? Ni ahí. Con nevada y todo, y el agua a 7°C según nos dijeron, el perro se largó a nadar para recuperar el palo, no una sino varias veces. Un verdadero osado.





La nevada se tomó un intervalo de aguanieve y volvimos al bungalow pero al rato volvió a nevar y nos dirigimos a la playita de la Bahía Serena donde jugamos un buen rato más, sacamos fotos e hicimos un muñeco de nieve. Después volvimos a casa para almorzar.







Por la tarde fuimos de compras al centro, pero no al centro de los turistas sino a donde compran los lugareños. Vane necesitaba unas botas que no se le resbalaran tanto en el hielo ya que en el Catedral se fue al piso tres veces y no queríamos que le pase lo mismo en el Otto. Conseguimos una zapatería re barata donde compró un par de borceguíes por $650!

Por la noche se me dió por hacer la gran Francis Malmann y hacer un asado en la nieve. Compré salchicha parrillera, morcilla común y vasca, vacío y pechito de cordero y me lancé a la aventura. El primer problema fue que si bien el fuego encendió bien, me costaba lograr encender todos los carbones. La parrilla tipo tambor no tenía enrejado removible y era muy difícil maniobrar las brasas.

Como el hambre picaba, ni bien logré una superficie de fuego suficiente puse las papas a hacerse en las brasas y la salchicha y las morcillas a la parrilla. Dejé la carne fuera del fuego directo y cerré la tapa del tambor para conservar el calor. Tardó pero finalmente comimos un muy rico asado nevado!





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