jueves, 10 de junio de 2010

Cali, Colombia - Día 3

Cali nos regaló nuevamente un día nublado. Desde que estoy aquí no he visto el sol, aunque la temperatura se mantiene agradable y la humedad en valores confortables para un porteño.

Me desperté temprano nuevamente, antes que el despertador sonara. Hora local serían algo así como las 6:00. El día fue nuevamente bastante atareado, recabando información en la planta y siguiendo algunos procesos en los que teníamos interés. Paramos al mediodía para almorzar, nuevamente en la planta, donde me encontré con la novedad de que nuestro viejo y querido matambre es conocido aquí como sobrebarriga. Lo preparaban hervido y luego gratinado con queso.

Por la tarde nos quedamos hasta después de las 18:30, con lo cual llegamos bastante tarde al hotel y con poco tiempo para estar en la habitación antes de salir a cenar. Fuimos al centro comercial de Chipichape, que antiguamente era la estación de trenes de Cali y hoy es un shopping y tomé un cuba libre mientras Fraga y Rubén tomaban una cerveza. Aproveché para comprar unas camisas, ya que la ropa aquí es bastante más barata que en Buenos Aires. Una camisa de calidad tipo Legacy o Kevingston sale 20 USD.

Finalmente no cenamos en el centro comercial sino que volvimos al hotel y cenamos allí. La idea era cenar liviano, unas ensaladas, pero resultó que se les habían acabado las variedades que queríamos. Cosa muy extraña que a un restaurant se le acaben dos de las tres únicas ensaladas que sirve. Terminé comiendo una cazuela de champiñones gratinados, que estaba excelente y un arroz indonesio (con pollo, apio, zanahoria y morrón, decorado con una salchicha asada) que no me gustó ya que tenía demasiado curry.

Terminado el día, preparé la valija me fui a dormir no sin antes esperar a que viniesen a destrabarme la caja de seguridad que estaba decidida a comerse mis pasaportes. Terminé tan cansado que me desmayé sobre la cama y ni siquiera me metí dentro de las sábanas, cosa que me di cuenta al despertarme por la mañana. La chica de la limpieza, seguramente encantada.

Cali, Colombia - Día 2

El segundo día comenzó temprano ya que a las 7:30 de la Argentina (5:30 hora local) me desperté. Aproveché para continuar con los reportes del mes y a las 7:30 hora local bajé a desayunar con Fraga el desayuno típico de los hoteles (fruta, panes, huevos, salchichas, etc.).

A las 8:30 nos pasaron a buscar para ir rumbo a la planta. El trayecto fue corto pero pudimos ver bastante de la ciudad y confirmar la impresión que tuve cuando vi a Cali por primera vez: una ciudad con bastantes casas estilo colonial pero en general de construcciones viejas y no muy atractivas. Fraga dijo que le hacía acordar a Rio, no cerca de la playa sino adentro, cosa en la que coincido.

El dia de trabajo fue bastante largo, recorrimos toda la planta y Fraga había preparado un cuestionario con más de 90 preguntas, así que estuvimos un rato largo. Almorzamos en planta, en mi caso sopa de zapallo, ensalada y lasaña de carne. Era bastante abundante y Fraga opinó que era un festín.

Por la tarde volvimos al hotel, acompañados de Rubén y Alejandra, quienes vinieron a acompañarnos y, al ser de Medellín, también se hospedaron en el hotel. Subimos un rato a las habitaciones y aproveché para hacer videochat con casa. La cara de Tomi cuando me vio en la tele era la ternura misma. No entendía nada, me miraba, se reía y la miraba a Vane tratando de entender que hacía yo ahí. Por supuesto al rato ya empezó a hacer de las suyas

miércoles, 9 de junio de 2010

Cali, Colombia - Día 1

Después de bastante tiempo sin viajar (las vacaciones de verano no cuentan) me tocó nuevamente embarcarme, esta vez rumbo a Cali, Colombia. La idea era reunirnos con Fraga, el gerente industrial de Brasil, y realizar una visita a la planta de tintas al solvente de Colombia, una de las mejor equipadas de la región.

El vuelo, via Copa Airlines, transcurrió sin mayores eventos. Al ser de día se hizo algo largo, pero lo amenicé como pude, viendo la película (Como entrenar a tu dragón, divertida), trabajando, leyendo y jugando jueguitos en el celular. La comida bastante escasa, eso si. Una bandeja con unos 8 ravioles, por lo cual antes de aterrizar ya me gruñía la panza. Por suerte, nos dieron un sandwich de merienda.

Hice escala en Panamá donde aproveché a comprar una nueva camara de fotos y una camarita para la laptop. Había bastantes tiendas de juguetes así que Tomi seguro liga algo a la vuelta. Me encontré en el aeropuerto con Fraga y tomamos juntos el vuelo a Cali, en el cual viajaban bastantes yankis, lo cual me sorprendió.

Llegamos a Cali en hora y media, pasamos la frontera sin demoras y afuera nos esperaba el chofer para llevarnos al hotel. Como para nosotros ya era bastante tarde (23:30), nos fuimos directo a la habitación luego del check in. La que me tocó es bastante amplia y cómoda, ya publicaré fotos. Pedí una ensalada de salmón ahumado, aguacate, mango y champiñones, cené y me fui a dormir.